La semana pasada asistimos a un hecho histórico apasionante: el descubrimiento de las ondas gravitacionales que ya Albert Einstein había previsto.
Esto ha sido posible gracias a que en un lugar del Universo situado a millones de años luz chocaron dos agujeros negros. Como consecuencia de dicho choque se generó un pulso de estas ondas que ha viajado por el espacio millones de años luz hasta llegar a la tierra, con la fortuna de que el aparato capaz de detectarlas estaba encendido y funcionando.
Si bien es verdad que esto sucedió hace unos meses, ha sido estos últimos días cuando se han culminado los cálculos que han servido para confirmar el descubrimiento.
Por si os interesa os pongo algunos vínculos donde podeis leer con más profundidad sobre esta estupenda noticia.
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